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Publicado el 27 de abril de 2010 | por Emilio

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Rechazadas todas las alegaciones a la norma de barras de Vaquilla

EVA RON / Teruel

La comisión de Educación, Cultura, Ocio y Deportes del Ayuntamiento de Teruel acordó ayer desestimar las nueve alegaciones interpuestas por vecinos y hosteleros y aprobar definitivamente la ordenanza de instalación de barras de bar en las calles durante la Vaquilla, con el voto a favor del equipo de gobierno PAR-PSOE y de CHA y la abstención del PP.

El acuerdo será ratificado en el próximo pleno municipal, de forma que la ordenanza, que ha tenido que ser modificada tras una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) que anuló parte de su articulado, podrá ser aplicada en las próximas fiestas.

La nueva regulación fija en 90 decibelios el volumen de la música en las barras -antes se establecía en 60- y obliga a los hosteleros a instalar un limitador que apagará los equipos si se supera ese nivel. En cuanto a los horarios de funcionamiento, se remite a la Ley de Espectáculos Públicos de Aragón, que indica que durante las fiestas locales y navideñas el Ayuntamiento podrá establecer unos horarios más amplios de lo habitual, como ya se viene haciendo cada año.

Argumentos

La desestimación de las alegaciones viene avalada por los informes emitidos por los técnicos del consistorio, que rechaza los argumentos de la Asociación de Vecinos de La Zona, de la Federación de Asociaciones San Fernando y de un particular, así como los esgrimidos por la Asociación Provincial de Empresarios Turísticos y cinco hosteleros a título individual.

Sobre los planteamientos vecinales, que consideraban excesivo el límite sonoro de 90 decibelios y pedían que se fijara en 45 por la noche y 55 de día como marca la ordenanza municipal de Ruidos y Vibraciones, el informe apela al carácter excepcional de las fiestas y al interés público frente al particular y señala que los límites ordinarios no pueden aplicarse a una situación como la Vaquilla.

En cuanto a la argumentación de los hosteleros, que consideraban que aplicar a las barras unos requisitos que no se exigen a las peñas vulnera el principio constitucional de igualdad, los técnicos estiman que en ningún caso puede equipararse un bar, como actividad con ánimo de lucro, a una peña, que es una asociación cultural cuya labor es consustancial a la propia fiesta.

El concejal de Urbanismo, Luis Muñoz (PAR), señaló que la ordenanza “regula exclusivamente la instalación de barras y no otros aspectos de la fiesta” y recalcó que su modificación “trata de cumplir una sentencia judicial” desde un punto de vista “técnico y jurídico”.
Sobre el límite de emisión de ruido, el edil reconoció que “pretender controlar el ruido en la Vaquilla es como intentar controlar el mar, porque es consustancial a la fiesta”, en la que a la música se suma el sonido que producen las numerosas personas que se congregan en la calle.

Por su parte, José Miguel Hernando, concejal del PP, explicó que su grupo mantuvo la abstención, como ya hizo en la aprobación inicial de la ordenanza en el pleno del pasado mes de enero, por considerar que la norma “nacerá coja”. El edil señaló que, a la hora de fijar el volumen máximo de la música, “se aplican normativas por analogía”. Además, lamentó que el equipo de gobierno “no haya sido capaz de poner de acuerdo” a los sectores implicados en la fiesta, en referencia a las reuniones celebradas con hosteleros, vecinos e Interpeñas.